Tuesday, September 6, 2011

stir fry

no lloro con las cebollas.
Mi madre me enseño a nunca llorar,
ni para una persona, ni para una
maldita cebolla.

Las corta en pedazos largos, así
se doran y se ven maravillosas.
El ajo, me encanta.
Honestamente me encanta, pero
lo odio. Su olor se queda entre mis dedos, bajo mis uñas.
Como un jitomate, y allí esta el ajo.
Pinché metiche. Ni puedo disfrutar otra delicadeza
porque allí esta el ajo.

no lloro con las cebollas.
Mis ojos no se ponen rojos,
solamente me arden.
Pero la aguantó. Aguanto a la cebolla.

No comments:

Post a Comment